"Los hombres nunca saben
cuánta dulzura
y cuánto quebradizo silencio
hay en una poesía".

Efraín Huerta

sábado, 8 de enero de 2011

Tropiezo


Yo no lo quería así, además, hice todo lo posible para engañarme y pensar que simplemente fue un error del destino; un desliz ¿porqué no? Siempre hay lugar para él.
Sin embargo...No fue de esa manera. Me tope con ellos; a cierta distancia tus marrones claros tímidos insistieron en hablarme. 

Yo, sólo caminaba...indiferente y solo. 
Con diez centavos falsos, melancolía en los bolsillos y mucho para gastar. 

Con una paradoja artificial en la sonrisa, y los pies pesados. Pateando esperanzas. 
Transitando las calles llenas de gente vacía, pisando los sueños despertados antes de tiempo. Con un par de besos secos como reliquias y un “te quiero” inofensivo que ya no revive mi ego...ni lo hacia en ese momento...
imaginando algún milagro impuntual. 
Entre pasos y pasos, tropiezo con tu mirada. Un tropezón no es caída, ni mucho menos. 
“Ileso” (por el momento) y sin dolor alguno seguí gastando suelas, ya con menos melancolía y, alimentado por esos cafés con miel.
Intuí que llevaban consigo (entre las pestañas tal vez) un mensaje casi ilegible, sin embargo lo pude percibir.

 El sol inocente hizo juego con tu sonrisa. Y si hubo alguien más en ese lugar, no me enteré.
Nos sonreímos.

Asesinamos con poca piedad al atardecer y nos volvimos a sonreir. 
-Ey!
Reconocí tu voz y las primeras páginas ya estaban escritas.
Alrededor los niños corrían preocupados por nada y parecían felices.

Lo estaban.Anocheció y la llovizna acarició interesantemente la inesperada cita improvisada.
...Nos interrumpió (entre otras cosas) ese rocío inquieto que se derramaba desde las nubes.


Prófugos de la nada nos escondimos bajo el cielo gris de algodón, nos empapamos, volviste a sonreír. 

Bla bla bla. Ya no eras sólo una habitante más y nuestra singularidad estaba cada vez más en el olvido.
El tiempo desapareció por unas horas, pero sólo por unas pocas. 

Era la de irse, el reloj aguafiestas nos lo recordó . Los niños abandonaron sus risas y las hojas, los árboles.
 No había nadie mas, sólo ausencia y una estatua antigua e inquieta señalando, probablemente, alguna estrella fugaz 
..todavía no lo sé-Nos despedimos. Tus labios hicieron nido en mi mejilla y a pesar de que no hacia frío, algo tembló cerca de mi pecho.. 

Además del tiempo, me quitó (de la mejor manera que se puede hacer) el sueño. me envolviste sobre tus alas (nunca sentí tanta seguridad)...Oportuna y lentamente el azul de las 19:36 se tornaba oscuro y presentí algo más que cosquillas en el cuello. 
La luna, centinela de nuestros pasos, nos hizo compañía y tu tercio de pelo ruborizado se me enredó entre los dedos...El reloj, siempre sin misericordia alguna, finalmente,nos obligó a despedirnos. 
Tus labios, kamikazes de terciopelo, atentaron furiosamente contra los míos...
Con mis dos manos sostuve el beso y tus mejillas. Aquellos tímidos de miel y café se cerraron y yo no ví nada más. 

En cuanto abrí mis ojos, el sudor en la sien me hizo dudar.
Era un sueño?- No.
Eras un sueño.
con mis puños hundí mis ojos y logré despertar
Al voltear estabas hermosa y somnolienta y te besé.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Click!

Click!
A la muerte, al odio, al borde del mar...